pero tuve enviados especiales para que nos contarán la gran experiencia de ClubElle y Oysho!!
Aquí la experiencia de Yos:
¿Una clase de yoga en la tienda Oysho? Fue lo primero que me pregunté cuando me invitaron por parte del Club Elle a vivir una experiencia inolvidable por ser suscriptora. La tienda de Oysho de la plaza Andares se transformó por tres horas en una cálida y acogedora recepción de 14 mujeres curiosas en saber las sorpresas que habría.
Es la primera vez que la revista Elle decidía descentralizar los convivios con sus lectores, y el tercer evento que hacían a nivel nacional. Me impactó saber que mi marca preferida de piyamas y ropa interior, ahora vendía atuendos para yoga, pilates, natación y atletismo.
Los rieles de prendas que se ponen generalmente en el centro de la tienda desaparecieron y en su lugar pusieron tapetes de yoga. Todo estaba listo para la clase. Algunas llegaron con ropa deportiva, y pensé que estaría algo incómoda haciendo ejercicio y meditación con mi vestimenta del día. Para mi sorpresa, el personal de Oysho nos dio ropa de nuestra talla para cambiarnos y vivir la clase con todas las herramientas necesarias.
La maestra fue muy clara, y aunque ya había tomado algunas clases, me sentí diferente. Quizás fue la buena vibra del evento, la ropa comodísima que nos dieron o las atenciones que los minutos pasaron lentos. El dolor de espalda baja que traía desapareció con las respiraciones profundas y por activar mis músculos. Para mí fue una excelente manera de empezar el día.
La editora Michelle Griffing de la Revista Elle nos explicó que estaban haciendo alianzas con marcas reconocidas para unir esfuerzos en actividades atractivas para sus lectores.
Sin tapujos mostró algunas fotos de tendencias que aparecerán en la revista de abril y nos explicó que los trend los buscan en las pasarelas de los diseñadores, en looks de la calle y haciendo scouting.
Pudimos diseñar tres atuendos, uno para correr, otro para hacer pilates y el de yoga. Tomamos lo que había en la tienda y me di cuenta que hay de todo, desde la gorra hasta los tenis. Al final, salimos con la ropa que usamos bajo el brazo y una bolsa para guardarla.
Qué nos sigan apapachando! Uno se deja querer.
Se ve que estuvo padrísimo!! y me encantó la ropa!! ya iré a una de las tiendas!!
Gracias ClubElle y Oysho por la invitación y por tan grata experiencia!! que aunque no la viví personalmente pude compartirla!! Y ya saben si quieren formar parte de estas experiencias ClubElle solo necesitan suscribirse a la revista!! es la primera que tiene este trato preferencial con sus suscriptores!!
Fotografía. Juan Becerra